Historia de María Fernanda Barajas

María Fernanda Anaya Barajas, originaria de Zapopan, Jalisco, es una joven de 16 años que ha experimentado de cerca el impacto devastador de la violencia intrafamiliar. Desde pequeña, observó cómo este problema afectaba a un amigo cercano, llevándolo a una tristeza profunda y un cambio de comportamiento. María Fernanda se indignó al ver cómo la violencia se normalizaba y se convertía en un tema tabú que la gente evitaba discutir. Decidida a no permitir que más personas sufrieran en silencio, encontró en esta situación la chispa que encendió su deseo de actuar.

A los 14 años, María Fernanda se unió con amigos que compartían su visión para combatir la violencia intrafamiliar. Juntos, comenzaron a investigar y entender mejor el problema, proponiendo soluciones tecnológicas como un sitio web, una red social y una app. Trabajaron arduamente durante un año, entrevistando a personas y aplicando a diversas convocatorias. Esta dedicación los llevó a Filadelfia, donde compartieron la problemática con estudiantes, docentes y líderes educativos de todo el mundo.

María Fernanda lidera ahora la iniciativa "VIVE: Una Vida Segura Libre de Violencia". Esta herramienta conecta a las personas con el apoyo de varias organizaciones e instituciones dedicadas al tema, ofreciendo conocimiento, opciones para denunciar y atención psicológica. Mientras la app sigue en desarrollo, María Fernanda y su equipo trabajan en un directorio de organizaciones aliadas, mostrando su habilidad para gestionar proyectos complejos.

El camino de María Fernanda ha estado lleno de desafíos, pero también de aliados invaluables. Uno de sus amigos, con quien comenzó el proyecto, ha sido un pilar fundamental. Además, dos mentores del programa Recrea Talento de la Secretaría de Educación del Estado de Jalisco le han proporcionado ideas y oportunidades para seguir adelante. Estos apoyos han sido cruciales, no sólo en términos de recursos, sino también en el refuerzo de su confianza y visión.

María Fernanda también forma parte del Consejo Consultivo para Jóvenes en SIPPINA (Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes), desde donde impulsa el tema en los círculos de paz del Congreso del Estado. Esta plataforma le permite llevar la voz de los niños y jóvenes, muchas veces silenciados, a los ámbitos políticos, promoviendo iniciativas de conversatorios y diálogos sobre la violencia intrafamiliar.

El impacto de la labor de María Fernanda ha sido profundo. Su pasión y compromiso han contagiado a sus amigos, familia y a las personas que la escuchan en foros y espacios públicos. Gracias a su voz, incluso autoridades han reconocido la importancia del problema, abriéndole nuevas puertas para expandir su influencia. Una conocida cercana, afectada por la violencia intrafamiliar, se sintió inspirada por el trabajo de María Fernanda y se acercó a pedir ayuda, demostrando cómo una sola voz puede catalizar el cambio.

Ser una joven agente de cambio presenta desafíos únicos. María Fernanda ha tenido que aprender a programar, gestionar proyectos y balancear sus responsabilidades como estudiante. El reto más grande ha sido que la tomen en serio. A menudo, los adultos ven sus esfuerzos como un "bonito proyecto", sin reconocer su potencial de impacto real. Sin embargo, su perseverancia ha demostrado que las ideas jóvenes pueden tener un efecto positivo significativo.