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Viviana Álvarez o “Vivi” como todos la conocen, experimentó desde muy pequeña la agencia de cambio gracias a su pasión por el medio ambiente y la ecología. Para ella la crisis climática es una situación de constante cambio, por lo que siempre consideró importante encontrar formas de aprender acerca estas temáticas, para adaptarse y buscar solucionarlas. La prueba más grande de esto es un proyecto que inició a los 10 años, después de haber ganado el premio del niño emprendedor de Universidad de Monterrey (UDEM) y contar con el apoyo de asesores y de su familia.
Salvemos el Planeta es un proyecto que tiene el objetivo de aumentar la agencia de cambio mediante la creación de conciencia ecológica en niños y niñas. Este noviembre se cumplen 6 años desde que Vivi lo inició. Durante este tiempo el impacto ha sido de +55,000 árboles plantados, +60 espacios restaurados, y +30, 000 personas impactadas en el estado de Nuevo León.
Pero, ¿cómo inició todo? Vivi tuvo una inquietud que se despertó en uno de los parques que más visitaba por su situación en mal estado. Le preguntó a varios agentes de cambio y asesores con experiencia sobre que se podía hacer. Gracias a estas personas, Vivi decidió ayudar a la organización “Niños en Acción” y así inauguró el proyecto Salvemos el Planeta. Esta primera acción abrió la esperanza de comenzar cambios de perspectivas, generar ideas y atraer la atención de niños y niñas para cuidar el medio ambiente. Mientras más personas participaban, más intereses de plantar, pintar, y restaurar espacios nacían. Fue de esta manera que el impacto y el cambio de perspectivas era cada vez más notorio. Justamente estos resultados fueron los que permitieron que se añadieran más actividades y que el proyecto creciera.
Aunque existía un gran interés en la comunidad por participar y expandir el proyecto, Vivi afrontó varios desafíos. El desafío más grande fue el ganar credibilidad y seriedad, ya que muchos dudaban de ella por su edad. Sin embargo, lo tomó como una oportunidad para seguir trabajando en ella misma, al hacerlo obtuvo como resultado consistencia, perseverancia, organización y responsabilidad. Todas estas habilidades le ayudaron a mejorar sus presentaciones y sus cursos. Otro desafío, fue el no saber qué dirección y decisiones tomar para poder seguir con el crecimiento del proyecto. Sin embargo, el apoyo de sus mentores, padres y asesores le brindaron una fuente interminable de sabiduría, motivación y confianza. Este gran apoyo le inspiró a querer replicar esas acciones y fuentes de apoyo para brindárselas a otros.
El siguiente pasó que Vivi espera tomar es mejorar la calidad de sus cursos, actividades y recursos. Espera ganar expansión para su proyecto para que personas afuera de Nuevo León puedan unirse, desarrolarse y participar. Lo que más espera es generar más cambios de perspectiva, cambios de mentalidades que inspiren a otros a formar sus propios proyectos y procesos de agencia de cambio. Sobre todo, aumentar la agencia de cambio en niños y jóvenes ya que “No importa la magnitud del cambio siempre y cuando tenga un impacto en el desarrollo de esa persona. No somos los únicos queriendo hacer cambios, siempre hay más dispuestos a ayudar y sin importar la edad, siempre hay algo que hacer, que te brindará nuevas perspectivas y consciencia social.”