Historia de Jenny Soleil

La ciencia de ser felices.

 

Historia de Jenny Soleil

 En la vida, hay momentos de profunda reflexión que nos hacen cuestionarnos. ¿Qué es realmente la felicidad? ¿Qué factores contribuyen a nuestra sensación de bienestar? ¿Hemos alcanzado un estado de plenitud en nuestras vidas? Estas preguntas cobraron un significado aún más significativo para Jenny Soleil durante la pandemia, cuando una enfermedad tocó la puerta de la persona que más ama, su madre. De repente, los momentos cotidianos que antes le brindaban felicidad se volvieron tristes y rutinarios, dejando a Jenny sumida en un mar de incertidumbre emocional.

Fue en ese momento cuando Jenny inició un viaje de autodescubrimiento, buscando respuestas y aprendizajes. A sus 15 años, encontró el curso "The Science of Well-being" de Laurie Santos, que transformó su perspectiva sobre la felicidad. Descubrió que la verdadera dicha no reside en los placeres efímeros del mundo externo, sino en las profundidades de nuestro interior. Inspirada por el impacto que tuvo en ella, pensó: “Sería maravilloso que esta información estuviera al alcance de todas las personas y en especial de los jóvenes”.

Sin embargo, esta idea no tomó forma hasta que vio el reflejo de lo que ella había pasado en su hermana, su mejor amiga, lo cuál la impulsó a comenzar con pasión y dedicación su travesía para compartir estas herramientas de bienestar emocional.

Jenny

Decidida, junto con Neatza Cantú, quien se convirtió en su asesora, contactó a la creadora del curso para dar inicio a lo que hoy se conoce como “Científicamente Feliz”. Después por una feliz coincidencia, durante una conversación con su ahora mejor amigo, Alan Sorola, descubrieron su interés compartido por la psicología positiva y el deseo de servir a los demás. Motivados por este vínculo, decidieron unir fuerzas y empezar a colaborar.

Durante el verano de 2022, trabajando juntos, crearon material didáctico. A pesar de los desafíos iniciales que encontraron en su camino, como la gestión del tiempo y la lucha contra los prejuicios por su juventud, su perseverancia dio frutos cuando presentaron su trabajo a la directora de la Preparatoria 7 de la UANL, la doctora María Leticia Segura, donde tuvieron la oportunidad de impactar positivamente a los estudiantes por medio de los maestros de esta institución.

Pero el sueño de Jenny y Alan no se detuvo ahí, buscaron extender su impacto a otras instituciones educativas pero ahora con un enfoque de joven a joven, y la Doctora Maria Elena Santos directora del CECATI 192 permitió esto, logrando llegar a más de 2,700 jóvenes en 3 años. Desarrollaron actividades que promueven el bienestar, desde cartas de felicidad hasta capacitaciones para embajadores del proyecto, reflejando el profundo compromiso de Jenny con el bienestar propio y de la comunidad.

Jenny

“Científicamente Feliz” tiene muy claro que no solo quieren tener un impacto positivo en los jóvenes, sino también en su entorno, es por eso que crearon la comunidad de embajadores, jóvenes que en el futuro serán los facilitadores del taller e impulsores del proyecto. Garantizando en equipo que la información se transmita de manera integral, manteniendo el enfoque genuino de joven a joven.

Su labor apenas comienza, ya que en su búsqueda constante de crecimiento, crearon "Ve y Aprende", una nueva forma de implementación que permite transmitir la información a jóvenes, padres y maestros de forma eficiente y efectiva, todo por medio un video corto, combinado con la conversación y la práctica, crearon lo que ahora es el presente de Científicamente Feliz.

Jenny Soleil es auténtica y tiene un compromiso de vivir desde la aceptación, la verdad y la empatía, actuando como un faro de esperanza que ella espera pueda guiar y acompañar a los jóvenes, trabajando colaborativamente. Sin embargo, al igual que ellos, Jenny también necesita un faro, y en su caso, sus padres y hermanas han sido esa luz constante e indispensable en cada paso de su camino. Su dedicación a dejar un impacto positivo en su comunidad, su valentía para enfrentar los miedos y su constante deseo de aprendizaje son características que ella considera que la convierten en una agente de cambio extraordinaria.

Jenny

Con una actitud consciente de aprovechar la abundancia de la vida, Jenny se enamora de los pequeños pero invaluables momentos, tejiendo así su propia felicidad y compartiéndola con el mundo que la rodea.

En última instancia, la historia de Jenny Soleil nos invita a reflexionar sobre nuestro propio logro de la felicidad. Nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz que nos guía hacia nuestro verdadero propósito. Que la felicidad no es un destino, sino un viaje de autodescubrimiento, gratitud y servicio a los demás. Y que, al final del día, la verdadera dicha se encuentra en los lazos que forjamos, en las sonrisas que compartimos y en la certeza de que, a través de nuestras acciones, podemos hacer del mundo un lugar un poco más feliz.