Ashoka
Desde que llegó a Nicaragua a sus 19 años, la francesa Ana Criquillon no ha dejado de trabajar para que las mujeres en Centroamérica tengan integridad física y emocional y que se respeten sus derechos, en especial para aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Su recorrido como emprendedora social comenzó con la defensa de los derechos de las mujeres durante la dictadura de Somoza en Nicaragua y durante la revolución sandinista. En las dos decadas siguientes, creó la Fundación Puntos de Encuentro y luego el Fondo Centroamericano de Mujeres, organización que recauda dinero para apoyar con donativos y capacitación a grupos y organizaciones de mujeres en la región
Por su liderazgo social y creatividad al haber propuesto soluciones feministas innovadoras, Ana se convirtió en fellow de Ashoka en el 2005 y fue premiada por Ashoka en 2012 como una de las 25 emprendedoras sociales que ha cambiado México y Centroamérica.
Actualmente Ana es co-fundadora y coordinadora de Manifiesta, una plataforma digital global feminista que permite lanzaracciones de respuesta urgente para defender los derechos de las mujeres y las niñas, actividades de incidencia a largo plazo, organizar campañas, juntar activistas para acciones locales y recaudar fondos para sus causas. La plataforma será lanzada en la cumbre de la Asociación Mundial de Derechos de Mujeres y Desarrollo, en Brasil en septiembre 2016.
Aún no existe una plataforma descentralizada para apoyar la justicia de género, por lo que Manifiesta va a innovar en el sector y permitirá crear un cambio sistémico. Su meta: Juntar a 25 millones de miembros en los próximos 10 años e interactuar en varios idiomas. “Con el internet y la comunicación electrónica se puede construir una gran comunidad global que piensa diferente en términos de justicia de género”, dice Ana Criquillon.
La situación política en Nicaragua es dificil y cada vez es más difícil poder expresarse, por eso Ana ve en esta plataforma una alternativa para que miles de mujeres alcen su voz y por medio de una gran red feminista puedan ser escuchadas por el mundo y generar impacto en su territorio, porque todas las mujeres pueden ser agentes de cambio.
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